domingo, 28 de diciembre de 2008

En el lago.

En el hospital con Maria mi madre que escuchaba llorando:
-Y soñè que la sangre recorrìa mis venas y quise beber el jugo de la muerte.
Ya no era igual. Yo no era igual. Y no era igual. Me sumergi en un lago de sangre y bebi de ella para recobrar la que habia perdido. Era mi sangre ese lago. Tengo mucha. Mucha mala sangre.
Sangre sucia sangre negra coagulada. Sangre oscura sangre triste sangre manchada de deseos y pocas satisfacciones. Ellos me querian pero no lo suficiente. Llore y llore hasta que la sangre se torno acuosa y ahora estaba un poco diluida lo que me posibilito el ascenso. Y ascendi y ascendi a los confines del cielo hasta que encontrè a dios y me empujò denuevo hacia abajo.
Y aquì me ves, en una camilla con estigmas en las muñecas, pero no soy como Jesus, a Jesus lo amaban.

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