miércoles, 28 de enero de 2009


-Una dosis mas - me pediste
y aunque te amaba con todas mis celulas puse la jeringa en tu braso, una, y otra, y otra vez. Tu rostro mostró un horror escondido tras el efecto de la droga, y reí, reí porque ibas a ser libre, y rezé porque lo seas, y que seas feliz. Te maté y nunca me arrepentí. Al dia siguiente comenzaron los vómitos, y aunque era virgen, sabia que habia vida dentro mio, pero no cualquier vida. Eras vos, mi hijo, eras vos.

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